Pues ha comenzado la emisión de la temporada 3 de Star Trek Discovery, y lo hace con la responsabilidad de haber dejado el listón altísimo al final de la temporada 2, que nos desplegó una de las mejores historias trek que ha tenido cualquier serie de la franquicia. 

Y eso son palabras mayores teniendo en cuenta que soy un trekkie ( nada de trekker.. trekkie ). Aceptando el hecho de que el Star Trek en su concepto clásico ya no existe, al menos el que existía hasta finales de los 90 y principios de los 2000 con Enterprise, y representado de forma más que honrosa por la para-nada-oficial-pero-totalmente-basada-en-espíritu The Orville, Star Trek Discovery representa un renacimiento trek como no se veía desde finales de los 80.


Y esta tercera temporada empieza de forma inmejorable... porque nos lleva a donde Roddenberry y su heredero espiritual Rick Berman no se atrevieron a llevarnos tras Star Trek Voyager: a un futuro mucho más allá del siglo 25. Solo el reivindicable videojuego ( en cuanto a linea argumental ) Star Trek Online, se ha atrevido a ir más allá de la era Voyager sin que el fan de Star Trek quede descontento.



Sin entrar en spoilers, este primer episodio de la tercera temporada promete, y mucho, con una mirada al siglo 32 de Star Trek, con tecnologías muy coherentes con el avance de los siglos en el universo Trek, y una historia relacionada con la Federación que promete dar mucho de sí, y que en este primer episodio te atrapa y te deja con ganas de saber más.


Esperamos ansiosos el segundo episodio, con esta nueva forma de contar Star Trek, en la que sin duda el showrunner Alex Kurtzman ha acertado de pleno para atraer nuevos fans a una saga que se remonta a los años 60 con la serie original ( a diferencia de con Star Trek: Picard, que es un cagarro del 15, pero esa es otra historia de la que ya hablaré ).